LA MEDIOCRIDAD DETIENE A SU EMPRESA
Durante
su primer año, Nueva
Empresa
ha dado pistas para dirigir efectivamente a su empresa en las secciones de
Herramientas Útiles, Mercado y Dirección de Empresas, tocando diferentes temas
de gestión empresarial y las actitudes que se deben asumir para dirigir o
trabajar coadyuvando al crecimiento
empresarial.
En
esta oportunidad el aporte y experiencia del ingeniero Rodolfo Aramayo Guillén
nos ayuda a resumir el tema más importante que se abordó en el transcurso de
este año. Nos referimos a la actitud de algunos funcionarios que ocasiona
estancamiento y priva de los frutos esperados:
Conozco
una empresa de servicios, cuyo principal ejecutivo es un profesional con maestría
en administración de empresas, hombre capaz, emprendedor, de ideas innovadoras
y muy dedicado a su trabajo, cuyo constante pregón es la calidad. La empresa,
sin embargo hace varios años no crece como se esperaría según el rubro en el
que se desenvuelve.
Qué
pasa en esta Empresa
Jefes
Autoritarios
Muchos
ejecutivos piensan que tienen autoridad porque son los dueños de la empresa, o
porque son gerentes, o porque son “el jefe” y utilizan lo que llamaríamos
Autoridad Formal con sus subordinados y colaboradores y utilizan su Don de Mando
para imponer sus ideas y hacerse obedecer con sus subordinados, dando órdenes y
contra órdenes, muchas veces incluso contraviniendo las normas internas
previamente establecidas, perdieron hace mucho tiempo su capacidad de escuchar
cuando lo que oyen no pasa sus “filtros de convergencia con sus ideas”. Te
encontrarás con alguien así cuando escuches “Se hace así por que yo lo
digo...”, “No se les paga por pensar, sino para hacer...”, “Nosotros
somos los estrategas, los demás son operativos...”, “Para ahorrar tiempo ya
preparé las resoluciones sobre el tema que vamos a discutir... sólo tienen que
firmar...”.
Este
esquema YA NO FUNCIONA, ha fracasado, lo único que lograrás con esta actitud
es que tu gente no piense y se limite a obedecer, los seres pensantes y los
buenos cerebros abandonarán tu empresa ¿y el resultado? ¡Te quedarás con la mediocridad!.
Jefes
“todólogos”
Si
has escuchado alguna vez a algún ejecutivo quejarse diciendo “Tengo que
hacerlo todo yo...”, “Nadie me colabora...”, “Nadie tiene
iniciativa...” has encontrado al directivo que por no tener claro su trabajo,
arruina su productividad y la de sus colaboradores y por ende de la empresa. Si
investigas un poco más verás que es el jefe que se ocupa de todo, desde la
estrategia y políticas, hasta la ubicación de los escritorios en las oficinas.
Cómo hace de todo, no deja a los otros hacer su trabajo y después cree que no
saben hacerlo. Esta actitud no sólo confunde a sus colaboradores, sino que los
desmotiva y frustra porque son mal utilizados, originando que los más capaces
emigren a otra empresa donde aportar y desarrollar sus talentos, quedándose los
mediocres para cumplir órdenes solamente, sin ofrecer ningún aporte ni
iniciativa y acabará teniendo razón al decir que debe hacerlo todo por que los
demás no lo saben hacer.
Jefes desorganizados
Otro
problema que encontramos en esta empresa es su deficiente organización, por lo
que no se aprovecha bien a los ejecutivos. Debemos tener en cuenta que nadie es
capaz de verlo y saberlo todo sólo por el hecho de ser el jefe. Esto no
significa que no exista una estructura y un organigrama, sino que nuestro
ejecutivo no ha sabido fraccionarla en responsabilidades directivas, ni
desarrollarla en sistemas de coordinación y decisión, haciendo que sus
colaboradores se desgasten inútilmente tratando de apagar los mismos incendios,
por que el trabajo no está dividido y coordinado adecuadamente, disminuyendo así
su rendimiento.
Cómo
las cosas no andaban bien, pensó que contratando un buen directivo con buen
currículum se solucionarían los problemas y cambió varias veces de
colaboradores sin el resultado esperado, lo que evidencia más el problema
organizativo. Peter Drucker sostiene que si para un cargo directivo se necesitan
“extraterrestres” y personas “superdotadas”, debe reformularse el mismo
para ser cubierto con personas normales; esto significa que debe diseñarse una
organización funcional para ejecutar las estrategias, con gente que actúe con
libertad dentro de su area de responsabilidad.
Desde
hace algún tiempo el servicio se ha hecho cada vez más importante en todas las
empresas, no sólo en las de servicios y la
tendencia actual nos muestra que en pocos años el componente de servicio
será el 95% del valor total de un producto contra el 5% del componente físico.
Si tomamos en cuenta que las personas son las que brindan el servicio y la
calidad de éste depende de la calidad, profesionalidad,
competencia y compromiso del personal que lo suministra, si te quedas con los
mediocres no sólo no crecerá tu empresa, sino que corres el riesgo de no
sobrevivir en el mercado.
¿Tienes
el mismo problema en tu empresa?
¡Quizás seas tú la causa