¿Es su empresa el Titanic?
El desastre del Titanic, revitalizado
por la superproducción cinematográfica de James Cameron, le sirve al autor
para establecer un gráfico ejercicio de paralelismo entre las estrategias
empresariales y las razones y consecuencias de la mayor tragedia naval del
siglo.
¿Quiere comprobar si su
empresa lleva el rumbo del Titanic?
Si hoy hiciéramos una encuesta de
temas de actualidad creo que todos aceptaríamos que la Comunidad Europea, el
euro, la integración, es uno de ellos. Pero seguramente la película sobre el
Titanic sería otro de los asuntos que interesa y apasiona.
Es conocido por todos que de los
errores y de su análisis se pueden derivar consecuencias que nos sirvan para
prevenir, corregir y definir nuevos comportamientos, actitudes, posturas y,
sobre todo, estrategias de futuro.
Propongo hacer un paralelismo entre la
mayor tragedia naval del siglo XX y una empresa. He analizado varios aspectos
que pueden servir en este ejercicio:
CUIDADO CON LA EXPERIENCIA
El capitán del Titanic, Edward Smith,
era el decano de los capitanes de la White Star. Siempre había inaugurado las
grandes travesías. Nunca había sufrido un naufragio, pero su experiencia le
cegó:
1º) Porque no valoró los seis
avisos de hielo que recibió el 14 de abril de 1912.
2º) Porque no consideró el mensaje
del Mesaba, dos horas antes del impacto.
3º) Porque no redujo su velocidad
cuando recibió los mensajes de iceberg.
4º) Porque no intuyó la presencia
de hielo con los informes de descenso de temperatura del agua, velocidad,
tiempo...
5º) Porque no tomó precauciones
especiales para una emergencia.
|
La experiencia es un aliado a tener
en cuenta siempre y cuando se trata de hacer lo mismo que ya se ha hecho
anteriormente. Sin embargo, puede ser un inconveniente cuando debe hacerse
algo diferente. Por todo ello, creo que hay que saber escuchar y valorar las
opiniones: de los competidores, de los agentes sociales, del entorno local,
de los clientes, de los protagonistas, de las necesidades de hoy, de los
presupuestos. |
UN BUQUE INSUMERGIBLE
Cuando el vigía avistó el iceberg
informó inmediatamente al puente "¡Hielo a proa!". El primer oficial
ordenó todo a babor y atrás a toda máquina. Si el oficial Murdoch hubiera
embestido de frente al iceberg, la proa se hubiera aplastado, pero el barco
probablemente hubiera seguido a flote si se hubiesen cerrado los accesos entre
compartimientos estancos.
Pero el iceberg de 30 metros de altura
rozó suavemente a lo largo del casco del Titanic. Este contacto, tan ligero que
algunos pasajeros no llegaron a notarlo, abrió una vía de agua de 90 metros,
que afectó a los seis primeros compartimientos estancos. La tragedia era
irreversible.
|
Las grandes organizaciones
estatales, las grandes empresas privadas y públicas pueden correr el riesgo
de ser poco ágiles y faltas de maniobrabilidad. Tienen con frecuencia
esquemas predeterminados. Se necesita, cada vez más, poner todos los
sistemas en marcha, teniendo la agilidad suficiente para cambiar el rumbo
cuando las circunstancias lo demanden y adaptarse a los condicionantes de
hoy. |
ATENCIÓN A LO INVISIBLE
A las doce menos veinte del domingo 14
de abril de 1912 el vigía del buque estrella de la compañía White Star
avistó el iceberg a menos de 500 metros del Titanic. Pero el verdadero enemigo
estaba más cerca. Siete octavas partes de la sumergida montaña de hielo (las
invisibles) estaban mucho más cerca. El impacto llegó 37 segundos después de
forma irreversible. El gigante de 52.310 toneladas, con una altura equivalente a
11 pisos, el buque que, según su diseñador, "podía retar a Dios"
desapareció bajo las aguas del Atlántico.
|
El valor intangible de las empresas
tiene un símil con los icebergs. Lo que se ve a simple vista es muy
reducido. Conceptos como el ambiente y espíritu empresarial, las
estructuras financieras, la formación profesional, el tejido industrial,
los intereses de grupo..., son factores a tener en cuenta. Un mal ambiente y
una cultura débil de los conceptos, poca capacidad de adaptación, personas
con poca aptitud, colaboradores con actitudes pobres, son capaces de hundir
un gigante. |
LAS NORMAS SE CUMPLIERON
Cuando el Titanic inició su travesía,
uno de sus objetivos era batir el récord de velocidad transatlántica y
conseguir el galardón de la Cinta Azul. La legislación vigente obligaba a que
los buques de más de 10.000 toneladas llevaran 16 botes de salvamento. Al
Titanic se le añadieron cuatro botes plegables más. Pero el más lujoso y
avanzado transatlántico del mundo desplazaba 50.000 toneladas y, sobre todo,
transportaba 2.207 personas, y los botes salvavidas sólo tenían capacidad para
1.178 personas. Pese a que este dato no fue valorado, las normas se habían
cumplido.
|
Hay sociedades y empresas que si
bien cumplen con lo estipulado en organización, formación, relaciones
laborales..., no se dan cuenta de que hay que ir mucho más allá de los
programas convencionales y fomentar la capacidad de sus integrantes de estar
en el mercado y de implicarse en su empresa. |
CLASISMO DE LAS IDEAS
En el Titanic viajaban 322 pasajeros en
primera clase; 277, en segunda, y 709, en tercera. Total: 1.308. Sobrevivieron
el 63% de los pasajeros de primera, el 42% de segunda y el 25% de tercera. No
había comunicación entre ellos, no se valoraron de la misma forma sus vidas a
la hora de embarcar en los botes. Tristemente, los primeros botes salvavidas
sólo llevaban 20 personas de primera a bordo, cuando su capacidad era de 65.
|
En las empresas ancladas en el
pasado la pirámide organizativa daba voz y voto sólo a la cúspide. Los
tripulantes de este nuevo reto tienen y deben mantener contactos con otros
grupos no directamente incluidos para mejorar el concepto y generar nuevas
ideas. En entornos hipercompetitivos, los nuevos retos y las nuevas
organizaciones no pueden permitirse el lujo de no admitir sugerencias de
mejora e innovación, vengan de donde vengan. |
LAS COMUNICACIONES
A pocas millas del Titanic se
encontraba el buque de línea California, detenido por su capitán por el aviso
de hielo. El operador de radio del Titanic, que enviaba continuamente mensajes
privados a la Bolsa de Nueva York, reprendió al del California por perturbar
las comunicaciones. Enfadado, éste decidió apagar el receptor. Cuando se fue a
dormir eran las 23.30 horas. Aunque la tripulación del California vio las
bengalas de emergencia, al no recibir el mensaje de SOS de las 00.10 horas, no
lo tomaron por una señal de alarma, sino por una celebración con fuegos
artificiales.
|
Mantener la comunicación con la
sociedad en que se está inmerso es decisivo. Transmitir los planes
estratégicos, las líneas maestras, el calendario previsto y las novedades
a toda la ciudadanía es prioritario si se quiere el entendimiento y la
implicación de todos en el proyecto común. |
CONTAR CON BUENA TRIPULACIÓN
Durante las más de dos horas que duró
la agonía del Titanic las luces se mantuvieron encendidas, los botes se
arriaron en orden y, en general, hubo serenidad. Hasta la orquesta fue capaz de
hacer frente con profesionalidad a la nueva situación.
El 75% de la dotación pereció de una
forma bochornosa, pero la naviera propietaria del Titanic suspendió de empleo y
sueldo a la tripulación superviviente. La comisión encargada de analizar el
desastre dictaminó que sus causas fueron excesiva velocidad y escasez de botes
salvavidas.
|
Cuando las cosas van mal, o
simplemente no van, es fácil cargar la responsabilidad en otros.
Expresiones como no se motivan, no colaboran, no me entienden, están
acomodados, etc., son habituales en estos casos. Creo que la mayoría de las
personas, excluyendo casos aislados, desean compartir un proyecto
ilusionante, hacer bien su trabajo, sentirse orgullosos del resultado y
merecer lo que reciben. |
Para terminar, me permito enunciar unas
recomendaciones sacadas de la experiencia: comportamiento, de caballeros;
actitud, positiva y constructiva; ideas, renovadoras; planteamientos, rigurosos
y ajustados a la realidad; aptitud, profesionalmente cualificada
académicamente; talante, conjugador de ideas; mercado, global; productos, de
calidad; comunicación, amplia a toda la sociedad; estrategias a largo plazo,
ambiciosas pero realistas.
Sólo me queda desear a todos ¡buena
mar y buenos vientos!, en su singladura empresarial.
José Antonio del Pino Arabolaza,
Director general de Bazán Motores-Turbinas
Cinco Días. Madrid - 23 de marzo, 1998
Comunícate con nosotros
|
Teléfonos: 591-2-2772174,
591-2-2772173 * Fax: 591-2-2772173 |
|
|
Dirección
postal: Calle 13 No. 588, Achumani, Casilla 3-12217 S.M. |
La Paz, Bolivia |
Correo
electrónico:
|
|