Democratizando el
estilo gerencial
DUEÑO
Y SEÑOR DE LA EMPRESA.
Generar
un sentimiento de pertenencia del puesto de trabajo o la empresa en el
trabajador, puede hacer que éste eleve su
productividad y hasta llegue a velar por los intereses de la empresa como
propios. Pero cuidado, que también puede resultar negativo.
¿Cómo
hacer que un empleado se sienta dueño de
la empresa y, en consecuencia, actúe en forma más responsable y vele por los
intereses de esta como si fueran propios?. Existe una forma que de ser bien
aplicada y controlada, puede conseguirlo; pero si no, podría resultar
contraproducente.
Se
trata de la teoría de la apropiación psicológica, que se refiere al estado o
condición mediante el cual un individuo siente como que el objetivo de
apropiación (o una parte del mismo) la pertenece.
La
especialista en Psicología Industrial y Organizacional, Yolanda Bonadona, bajo
la supervisión de la Universidad de Waikato de Nueva Zelanda, realizó un
estudio en varias empresas bolivianas acerca de qué lleva a las personas a
tener este sentimiento.
“La
teoría de apropiación psicológica indica que
los objetos (tangibles o intangibles) en los que el individuo invierte
psicológicamente y tiene un alto grado de control e información, son más
susceptibles de convertirse en objetivos de apropiación psicológica”, dice
la experta la explicar que los objetivos de apropiación que investigó fueron
la organización y el puesto de trabajo.
Los
beneficios.
Según
su hipótesis, la percepción de control es mediadora de la relación entre el
entorno de trabajo y la apropiación psicológica de la organización y del
puesto de trabajo.
Es
así que el estudio conformó la teoría de que la autonomía ejercida en
el puesto de trabajo y la frecuencia y medida en que el empleado participa en la
toma de decisiones, conduce a que éste perciba control sobre su entorno de
trabajo. Esto, a su vez, influye en el surgimiento del sentimiento de
apropiación psicológica del empleado por la empresa y/o por su puesto de
trabajo.
“Este
sentimiento influye de forma importante en el comportamiento positivo del
empleado, quien al sentirse psicológicamente dueño de la organización o
empresa, actúa en forma responsable y vela por los intereses de la empresa como
si fueran propios”, afirma Bonadona.
Esto
lo demuestra haciendo mayor esfuerzo en el desempeño de sus funciones y
exhibiendo mayor dedicación, identificación y compromiso con la empresa.
Asimismo, se preocupará por mejorar su trabajo en particular y por la
efectividad de la empresa en general.
Los
resultados del estudio recomiendan que las empresas deben crear y promover las
condiciones que conduzcan a la creación de este sentimiento entre sus
empleados. Bonadona advierte que esto
deberá estar en manos de profesionales por la responsabilidad que implica el
trabajar con el comportamiento humano.
Inducción
“Si
suponemos que yo puedo hacer que usted tenga ese sentimiento, sé como hacerlo,
lo estoy induciendo. Entonces la persona que lo hace tiene que saber lo que
está haciendo, cómo lo está haciendo y conocer las limitaciones con las que
tiene que tratar”.
Por
tanto, es importante tomar en cuenta que no todas las personas están
capacitadas o valoran el ejercicio de la autonomía y la participación en la
toma de decisiones , aspecto que incluso dependerá de la personalidad del
trabajador.
También,
considerar que estos cambios no se realizan sin que sean consistentes con
la filosofía de la organización en su conjunto. Esto supone en muchos casos un
cambio de cultura empresarial, estructural, que implica desterrar
las organizaciones verticales o autocráticas, muy frecuentes todavía en
nuestro medio.
Tiene
que ser creíble, es decir que la percepción de control debe ser cierta. No que
un jefe le haga creer a un subalterno que es tomado en cuenta y su opinión
vale, cuando en realidad no es así. “Tiene que haber democratización del
estilo gerencial, eso es lo que en el fondo es”, sostiene.
La
clave: los ejecutivos.
¿Y
qué papel juegan aquí los ejecutivos? Fundamental. “Son los más
importantes, los que tienen la responsabilidad mayor, son los que modelan el
comportamiento”. Aquí la prédica con el ejemplo es fundamental.
“Ocurre
como en el caso de los padres: No hagas esto o no hagas el otro. Por ejemplo, no
fumes mientras ellos se pasan el día fumando, entonces el niño no aprende.
Igual en la empresa, los ejecutivos tienen que modelar lo que quieren de su
empleados. Si quieren empleados trabajadores, dedicados y ellos no lo son, no
funciona”, indica.
¿Pero
y donde se encuentran estos ejecutivos?. Se tiene que comenzar “vendiéndoles
la idea”, porque si ellos no sienten que un empleado tiene derecho a
participar y ser autónomos ne su trabajo, si no creen en eso nunca van a ser de
modelos y si hacen de modelos lo vana hacer muy mal. Es decir debe darse un
proceso previo de “reeducar a los ejecutivos”.
Como
todo cambio profundo, este será un proceso largo y difícil, no como a los que
suelen estar acostumbrados algunos ejecutivos, que quieren ver los frutos ¡ya!,
de la noche a la mañana”,
añade.
Cuidado.
Sin
embargo, la especialista indica que se debe estar prevenido de que en
determinadas circunstancias el sentimiento de apropiación psicológica puede
ser negativo y hasta indeseable.
“En
casos extremos, individuos con alto grado de ese sentimiento (por ejemplo las
personas con un ego muy alto) pueden actuar de forma posesiva, no permitiendo
que otros interfieran con lo que sienten les pertenece. Este comportamiento
podría traducirse en resistencia a cambios o mejoras, y hasta en sabotaje al
trabajo de otras personas que ellos perciban están en contra de sus intereses”,
advierte Bonadona.
En
el estudio participaron personas de diferentes ocupaciones (cajeros, oficiales
de crédito, operaciones, servicio al cliente, recursos humanos y estadística)
de varias empresas, en su mayoría del sector financiero.
Conociendo
los beneficios y limitaciones de este sentimiento psicológico, las empresas
pueden beneficiarse de sus aspectos positivos y evitar los potenciales negativos
que se le atribuyen. Ya que cada empresa y sus circunstancias
son diferentes, la apropiación psicológica y cualquier estrategia de
comportamiento debe ser cuidadosamente evaluada antes de ser utilizada en el
contexto del trabajo, recomienda.
Guido Cortez C.
Periódico
NUEVA ECONOMIA (La Paz, Bolivia)
Año
VI, No. 328,
15 al 16 de Mayo de 2000
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