Los
orígenes de las transacciones de contratos de futuro se remontan a la India en
el año 2.000 antes de Cristo, cuando mercaderes de lo que hoy es el emirato de
Bahrein recibían bienes en consignación para permutarlos en la India. También
existen antecedentes de transacciones de futuros en la época greco-romana y
más tarde en el siglo XII en Francia e Inglaterra.
Sin
embargo, las transacciones de contratos de futuros en la forma que hoy
conocemos datan de mediados del siglo XIX en Estados Unidos. En ese entonces,
debido principalmente a los excesos de oferta en los períodos de cosecha, la
alta variabilidad del precio de los productos agrícolas constituía un
des-incentivo a la producción. Esto hizo necesaria la creación de los
llamados contratos forwards, en los cuales se establecía entre las dos partes la
venta de productos a ser entregados y pagados en el futuro, pero en base a
precios definidos en el presente.
Al poco
tiempo, aparecieron los contratos de futuros propiamente dichos, los cuales son
básicamente forwards que se transan en forma organizada en bolsas de valores.
Las
primeras bolsas de futuros se formaron en Estados Unidos en la segunda mitad
del siglo pasado y posteriormente también se crearon bolsas de futuros en
Europa.
Durante el
siglo XX los futuros se fueron extendiendo hacia otros productos tales como el
oro, plata, petróleo, carne, etc. Posteriormente, en 1972 ocurrió una
innovación importante al comenzar a transar futuros sobre activos financieros
(monedas extranjeras, índices de acciones, instrumentos de renta fija, etc.).
La introducción de los futuros financieros resultó ser un elemento clave que
impulsó un fuerte crecimiento de las bolsas que transaban futuros y la
creación de nuevas bolsas en varios países del mundo dedicadas principalmente
a estos productos.
¿Qué es un Mercado de Futuro?
El Mercado
de Futuro es aquel en el cual se transan contratos en los cuales las partes se
comprometen a comprar o vender en el futuro un determinado bien (producto
agrícola, mineral, activo financiero o moneda), definiendo en el presente la
cantidad, precio, y fecha de vencimiento de la operación.
Por ejemplo
si usted compra un contrato de un producto en enero que tiene vencimiento en
mayo, a un precio de $ 1.000, significa que se compromete a recibir una cantidad
predefinida de ese producto en la fecha de vencimiento, por la cual deberá
pagar $ 1.000.
En la
práctica, un porcentaje muy pequeño de todos los contratos de futuros llegan
al vencimiento, dado que en cualquier momento antes de esa fecha, el
compromiso de comprar o vender puede ser extinguido realizando la operación
inversa en la Bolsa. En ese caso, la diferencia entre el precio al que fue
abierto el contrato y el precio al que se realizó la operación inversa
representa la utilidad o pérdida de su participación en futuros.
¿Para qué sirven los Mercados de
Futuros?
El objetivo
básico de un Mercado de Futuros es ofrecer un mecanismo eficiente de
protección de precios para personas o empresas expuestas a fluctuaciones
adversas de precios en sus activos mas relevantes. En términos simples, los
mercados de futuros hacen posible la transferencia de riesgos, que en su
ausencia deberían asumir los propios agentes económicos.
Adicionalmente,
debido a su naturaleza, las cotizaciones de los futuros reflejan los niveles
de precios esperados para los próximos meses de los distintos activos, lo que
otorga una muy buena información para la toma de decisiones de los agentes
económicos y constituye una importante contribución a las proyecciones
económicas y a la planificación financiera, tanto del sector público como
del privado.
Finalmente,
los futuros son atractivos instrumentos de inversión, dado que pueden presentar
una rentabilidad considerable sobre los valores invertidos.
¿Qué mercados futuros existen en
el mundo?
Los
contratos de futuros pueden suscribirse sobre productos agrícolas (trigo,
café, soya), minerales (oro, plata, cobre, petróleo), activos financieros
(índices de precios de acciones, instrumentos de renta fija, tasas de
interés) y monedas, requiriéndose necesariamente una estandarización de la
cantidad y calidad del producto que se negocia.
¿Quiénes participan en los
mercados de futuros?
Las
personas o empresas que participan en los mercados de futuros pueden dividirse
en dos categorías:
a) Hedgers:Son
aquellos agentes que desean protegerse de los riesgos derivados de eventuales
fluctuaciones en los precios de los productos que lo afectan, de los
instrumentos financieros que conforman sus activos, o de las monedas
extranjeras en que han pactado sus transacciones o compromisos. En
consecuencia, los hedgers son adversos al riesgo.
b)
Inversionistas en general: Son agentes que
están dispuestos a asumir el riesgo de la variabilidad en los precios,
motivados por las expectativas de realizar una ganancia de capital. El
reducido monto de inversión necesario para operar en este mercado es un
incentivo para los inversionistas que desean actuar en él.
Para los hedgers, el
futuro representa una protección en la rentabilidad de sus negocios contra
perjuicios que pudieran ocurrir si el precio de un activo o producto se moviera
en sentido contrario al esperado.
A modo de
ejemplo, una empresa que tiene una deuda en dólares y cuyos ingresos son en
bolivianos desea protegerse de los peligros de una devaluación. Para ello
deberá comprar contratos a futuro de dólares, lo que le permitirá fijar
durante el período de vigencia del contrato el tipo de cambio al cual deberá
pagar su deuda. Alternativamente un inversionista institucional que mantiene
una cartera de acciones, podrá tomar una posición vendedora en el mercado de
futuro de índices de acciones con el objeto de proteger la rentabilidad de su
cartera ante la eventual baja generalizada en los precios de las acciones.
Por otra
parte, los inversionistas que
desean obtener una rentabilidad adecuada en este mercado pueden realizar
variadas estrategias operacionales aprovechando el efecto multiplicador que
tiene el hecho de exigirse sólo un porcentaje del compromiso total. De hecho,
como el abono de margen inicial para la apertura de un contrato de futuro
representa sólo una fracción de éste, una pequeña variación de precios
puede resultar en una considerable ganancia o pérdida en relación al depósito
inicial.
Los
mercados de futuros son de características tan particulares que requieren un
seguimiento diario de la evolución de precios y del volumen negociado.
Incluso, cuando el mercado se presenta inestable este control debería
realizarse hora a hora, ya que las fluctuaciones de precios pueden tener un
impacto considerable en las posiciones del inversionista.
¿Qué papel cumple la Bolsa?
La Bolsa
de valores es el lugar físico donde se efectúan las negociaciones,
facilitando además los medios necesarios para que éstas se realicen
eficientemente.
La Bolsa
realiza también la reglamentación y el control del Mercado, y entrega a
éste y a los inversionistas la más amplia y oportuna información para la
toma de decisiones.
¿A través de quién deben
realizarse las operaciones?
Las
operaciones de futuros se realizan a través de los Corredores de Bolsa,
quienes son los intermediarios debidamente registrados y sirven de nexo entre
los clientes y la Bolsa.
¿Qué recursos se requieren para
realizar una operación a futuro?
A
diferencia de una operación en el mercado contado, en que se requiere entregar
el monto total de la operación o tener la cantidad total del activo negociado,
en las transacciones de futuro sólo se debe entregar un margen inicial
correspondiente a una fracción del monto total de la operación lo que tiene un
efecto multiplicador importante sobre las ganancias o pérdidas de las
transacciones de futuros.
Margen
inicial.- Es un monto fijo de dinero que equivale
a un porcentaje del valor de los contratos, que los clientes deben entregar en
la bolsa por cada interés abierto que mantengan en el mercado de futuro. El
margen inicial puede ser constituido en dinero, instrumentos de renta fija e
intermediación financiera y otros instrumentos de gran liquidez.
Margen de
variación.- El
valor de una posición de futuro es actualizado diariamente llevándolo al
precio de cierre de mercado. La diferencia neta del cambio de precio es debitada
de la cuenta corriente de la posición con pérdida y abonada en la cuenta de la
posición con ganancias.
Las
pérdidas que se produzcan deben ser entregadas diariamente en dinero, en tanto
que las ganancias también serán pagadas diariamente en dinero.
¿Cómo se liquidan los contratos
de futuro?
El
proceso de liquidación puede ser realizado anticipadamente o al vencimiento.
Anticipadamente se efectuará mediante la ejecución de una operación a
futuro inversa a la determinada en el interés abierto, es decir, realizar una
compra cuando se tiene una posición vendedora o una venta cuando se tiene una
posición compradora. Esta liquidación puede significar una disminución
total o parcial del interés abierto.
Al
vencimiento del instrumento en cambio, se liquidan en forma definitiva todos sus
intereses abiertos, utilizando para la valorización y determinación de las
pérdidas y ganancias, el precio de referencia del mercado contado del activo
objeto.